Siempre me ha llamado la atención cómo las nuevas tecnologías se relacionan con la antigüedad, y tocan base con aquellos mitos y leyendas que nos conforman como sociedad.
Hace ya un tiempo, conocí de manos de un libro, adquirido en un antiguo rastro de Barcelona, la alegoría de la caverna de Platón, un mito que gira entorno a unos presos en una cueva subterránea que, encadenados de espaldas a una fogata, sólo pueden ver las sombras proyectadas en la pared. De esta forma, las sombras se convierten en su única realidad, ya que no pueden percibir el mundo de otra manera. Posteriormente uno de los presos es liberado y llevado hacia fuera de la caverna, percibiendo así una nueva realidad. Una realidad más profunda y completa.
A través de la alegoría de la caverna, Platón explica la situación en la que se encuentra el ser humano en relación al conocimiento. Cuando se está dentro de la caverna existe un estado de ignorancia. Al salir, se enfrenta a la verdad a través de sus propios medios, con todo lo que ello implica, la dificultad de adaptarse o la confusión al ver que lo que se cree verdadero no lo es.
Es curioso ver como el mito de Platón se identifica con la realidad empresarial actual en relación a las oportunidades que nos ofrecen las tecnologías de BIG Data. Hoy las empresas se encuentran con enormes silos de datos que están aún por explotar y que le pueden aportar una visión más completa de su realidad y de su mercado.
Redes sociales, IoT, Smart Cities, son tecnologías que están generando diariamente grandes volúmenes de información y están llamadas a modificar el enfoque actual de las organizaciones; las empresas que sean capaces de adaptar sus procesos empresariales a esta nueva realidad y rentabilizar las oportunidades que BIG Data pone a su disposición, destacarán competitivamente y conformarán el tejido empresarial 2.0. Una nueva generación de empresas capaces de anticipar las necesidades del mercado y adecuar su oferta a la demanda futura.
Si bien es cierto que adoptar BIG Data requiere de personal especializado, investigación y resolución de problemas, creatividad, uso adecuado de la información e inteligencia estadística, el material primigenio está a la disposición de las organizaciones, la tecnología existe y la información permanece oculta en los ecosistemas tecnológicos.
Las empresas se enfrentan ahora con el reto de encontrar el aliado tecnológico adecuado que les acompañe hacia el exterior de la caverna, que sepa ayudarles en su proceso de adaptación y que les apoye a obtener rentabilidad del tratamiento de esta nueva percepción de la realidad.
José Garrido